El presidente Joe Biden arremeterá contra Donald Trump el jueves culpándole de una "responsabilidad singular" por el caos del 6 de enero del año pasado, cuando los partidarios del líder republicano irrumpieron en el Congreso.
La decisión de Biden de usar el discurso con motivo del aniversario de la invasión al Capitolio para culpar directamente a Trump y sus aliados republicanos por su papel en ese ataque sin precedentes a la democracia estadounidense marca una fuerte escalada en la estrategia del mandatario respecto a los disturbios.
Durante el primer año de su gobierno, Biden ha optado por ignorar a Trump, quien aún se niega a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales de 2020 y continúa difundiendo teorías de la conspiración entre sus millones de seguidores diciendo que él es el verdadero ganador pese a haber perdido por más de siete millones de votos.
Pero en un discurso desde el Capitolio, donde hace exactamente un año una turba de seguidores de Trump arrasó para tratar de detener la certificación de la victoria electoral de Biden, el presidente demócrata denunciará firmemente la responsabilidad de su predecesor, dijo el miércoles la secretaria de prensa Jen Psaki.
El presidente Biden ha sido claro sobre la amenaza que representa el expresidente para nuestra democracia". Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca
Biden "ve el 6 de enero como una trágica culminación de lo que cuatro años de la presidencia de Trump le han hecho a este país", afirmó. Él "denunciará enérgicamente la mentira que propaga el expresidente", quien afirma sin pruebas haber ganado en las urnas.
Hasta ahora el gobierno, incluso el propio Biden solía evitar nombrar a Trump, y se refería a él como "el otro tipo" o "el tipo de antes".
El jefe de la policía del Capitolio, Tom Manger, quien asumió el cargo después del ataque, reconoció este miércoles ante un comité del Senado que "el 6 de enero sacó a la luz fallos operacionales muy importantes". "Hay que solucionar estos problemas, y es lo que estamos haciendo".
Según una encuesta publicada el miércoles por el sitio de información Axios, alrededor del 57% de los estadounidenses estiman que lo sucedido el 6 de enero de 2021 podría repetirse en los próximos años.
La encuesta confirma lo dividido que sigue Estados Unidos, un año después de las increíbles imágenes de enfrentamientos y de simpatizantes de Trump paseando por el Capitolio.
Según el sondeo, solo el 55% de los estadounidenses cree que Biden es el ganador legítimo de las últimas elecciones.
"El 6 de enero no fue la acción irreflexiva y espontánea de una multitud violenta. Fue un intento de revertir violentamente el resultado de unas elecciones libres y justas. No nos engañemos, las razones que han causado el 6 de enero todavía existen", afirmó el miércoles el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer.
Trump cambia de parecer
El expresidente Trump ha decidido finalmente renunciar a dar la rueda de prensa que tenía prevista el jueves en Florida, considerada una provocación por los demócratas y que ponía en apuros a los republicanos.
Pero el irascible millonario no suavizó para nada su discurso. En un comunicado el martes calificó nuevamente los comicios como un "fraude". "El crimen del siglo", escribió sobre las elecciones.
Aunque Trump renuncie al protagonismo en el día del aniversario, retomará el tema en un mitin programado en Arizona el 15 de enero.
Y su afirmación no es más que el elemento más incendiario de un discurso de ataque contra Biden que abarca todo: desde su política de inmigración hasta su forma de luchar contra la pandemia de covid-19, y ese todo parece una apuesta -aún no declarada- por recuperar el poder en 2024.
Los republicanos, sobre quienes el expresidente sigue influyendo mucho, parecen optar por mantener un perfil bajo.
En un mensaje fechado el 2 de enero, su líder en la Cámara de Representantes, que junto con el Senado forma el Congreso de Estados Unidos, escribió que "las acciones de ese día (el 6 de enero) fueron ilegales".
Pero Kevin McCarthy también criticó a los demócratas, que dice están utilizando lo ocurrido el 6 de enero "como un arma partidista para dividir el país".
Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, ya adelantó que no estará presente el jueves durante las conmemoraciones en Washington. Asistirá al funeral de un exsenador estadounidense en Atlanta, en el sur de Estados Unidos. Lejos del Capitolio, donde los miembros del Senado y de la Cámara de Representantes están invitados a un momento de recogimiento el jueves, a las 22H30 GMT.